15 jul 2008

deseo

Dejas que pase la tormenta en relativa paz,
me has querido como yo te quise a ti.
ahora estaras en otros cuerpos que no sabran temerte
y dejaran que te abandones, pero
no sera amor, sera pereza.
te dejas ver de vez en cuando y haces como si no me conocieras
-eso te lo enseñé yo-. coqueteas conmigo,
me exprimes hasta que, con un par de copas, me acerco y sumerjo mi mano en tu cuerpo bailamos. despues
el amanecer con su terrible violencia
nos devuelve a nuestras vidas y yo
dejo que el olvido diluya tu imagen en mi cartera,
hasta la próxima.

Hoy, igual que ayer pero nunca igual.

Tantos libros hemos dejado de leer que no quedan cosas en que pensar, tantos líderes nos han fallado que no nos queda ya nadie en quién confiar, tantos juguetes se han olvidado que nada nos entretiene, el universo de internet como una jaula donde fracasar cada día, los juicios que nos incapacitan para escandalizar en los muros, policías ocultos en los callejones dispuestos a reventar nuestras cabezas, hippys en pie de guerra, la burocrática red de miedos asesinando sueños, los portales imposibilitando visitas alegres, carreteras para llegar a cualquier lugar inventando excusas para no ir, drogas en los colegios fabricando pesadillas, abortos haciendo niños por doquier, brujas confeccionando conjuros que llenen nuestra sobremesa, espadas en la sopa, musculitos cobardes, tanto sabiondo sin brújula, cambio climático con sombrilla, políticos adictos a la imagen, blasfemos diseñando portadas en poemarios de poetas de ocho a tres, tertulianos cansados de las palabras, el amor en agendas, blogeros inútiles que salpican la información con metáforas de parbulario, vírgenes tristes, putas orgullosas, curas pedofilos, pedofilos santurrones, presos libres y libertarios encadenados a un histórico reparto, científicos sin imaginación, universidades levantadas sobre tumbas, creacionismo frente a evolución, ¿evolución ?, princesas ingratas, supermercados atiborrados de gente aburrida, sanidad con miedo a la vida - con miedo a la muerte - y un silencio sepulcral cuando nos enfrentamos al enorme desengaño de nuestros atardeceres.

4 jul 2008

el trecho

"El horizonte es un asco, no es más que algo lejano - nada me estremece cuando hablamos de proyecciones en el océano. Estoy cansado de pensar, cansado de comprender, cansado de estar mirando tu jeta simplemente por no ofender, extenuado de sonreír y de decir estupideces para seguir vivo (anoche comprendí que nada es una fiesta, que no hay habitaciones tristes con las puertas abiertas, que el viento sopla fuerte y que los niños no son más que niños, que no hay educación suficiente que nos haga mirar a través del papel, que el silencio puede ser tan caótico como el ruido del televisor, que no podemos hacernos los listos y que hacerse el tonto es un fracaso, que no todos los curas fueron monaguillos, que nadie es tan fuerte ni tan alto como para ser un gigante y que los lagartos se corren con los rayos del sol) - pero seguiré el camino, diciendo sí a tus memeces y sonriendote mientras me acuerdo de tu puta madre, hasta que reviente por algún lado y cuando el horizonte desaparezca veremos si es tan maravilloso como pretendes explicarme esta tarde o por el contrario no es más que una habitación cerrada donde los lagartos se arrancan las colas intentando abrir persianas oníricas."