Encerrado y protegido dentro de mi nueva casa que huele a reunión y a familia política, adormezco mis primeros auxilios para entretener al tedio.
Adorno la chavola con mi fatigosa presencia llenándome de espuma y oro en el sillón mas incómodo y traidor de entre cuantos hube de conocer nunca, amanso a la fiera con tardes de puro sur que, en otro tiempo, fuesen banderas de emoción y tengo por seguro el fracaso (lo cual es digno de mención)
OH! El fracaso que nos despierta cada mañana antes de nacer y nos recuerda el proximo latigazo a la espalda.. Fracaso que confiere al tono la dureza y posición propias del hombre honesto y honrado, digno merecedor de descanso........
De estos tramites al cielo ahí muy poco.
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