Dibujo calaveras alrededor de una obsesion, disminuida
a fuerza de hacer que ignoro.
Relleno papeles con palabras insipidas y rancias
y me engaño
pensando que son partes del poema que
debiera escribir. Un pecado.
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2 comentarios:
Qué malas son las obsesiones, a mi gustaría poder engañarme un poco más, a veces esta bien huir de la realidad.
no me creo que tus palabras sean insípidas y rancias.
No me lo creo
besosonrisa
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