Soy bastante tradicional, me aburre la duda y el tiempo vació. Respeto desde pequeño -aunque con intervalos oscuros (me adhiero a la opinión de que la juventud es una enfermedad que se cura con el tiempo)- a mis mayores. Con la mayoría de las estructuras me muestro de acuerdo, pienso que están bien, me da miedo el progreso y su informal manera de caminar, su alboroto. Suelo decir que no a las propuestas rosas y pizpiretas, al riesgo, a las aventuras sin final feliz y visible. Me gustan -de una forma que va aumentando en progresión geométrica - las rutinas que vienen impuestas con la vida cotidiana. Duermo cuanto puedo, como cuanto quiero y odio la era glacial en la que vivimos, su falta de humanidad, comunicación y sobretodo su absoluta falta de educación y respeto. Creo en el hombre y en su capacidad para ser mejor, opino también que el mal ejemplo debería estar penado y que el humor no es un juguete con el que asfaltar las calles. Yo no soy una maquina de pisar cabezas y me alegra saber que el estrés provoca cancer.
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1 comentario:
excelente, me gusto ese final.
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