16 may 2011















Ayer estuve en una manifestación en favor de la transparencia y la honradez. Hacia mucho tiempo que no asistía a ningún evento de este estilo y la verdad es que ayer fui un poco por dejadez, bueno, la cosa es que ya que iba a estar allí, y que estaba con mi mejor enemigo- codo con codo-, me propuse disfrutar de la experiencia y diseñé una serie de eslóganes que iba recitándole al muerto de hambre que venia conmigo (dime con quien andas...): Quería cantar a coro: I singing in the rain con los brazos en alto, y decir entre vocinglero y bufonesco aquello que siempre me ha gustado decir en las grandes aglomeraciones: UUU. ESSSE. AAAAA , después, cuando la cosa se liase, arremeter contra los policías de cabeza mientras hacíamos la música del equipo A, y al caer al suelo con los golpes de los polis ponernos de rodillas a rezar todos en hebreo y así dejar a todos picuetos; tooodosss. Decir sin decir nada (pues es triste manifestarse para reivindicar hábitos y costumbres aprendidas en la etapa infantil). Que nuestra manifestación estaba escrita en los salmos es un hecho y, por lo tanto, al fin: ridícula. Por eso quería gritar cosas absurdas, cantar en espanninglis o representar mi papel de nazi irrefutable mezclado con tintes de loco santón hindú. Por eso me llevé una decepción cuando la manifestación abucheó a un viandante que opinaba que la carretera no era para sentarse o cuando la gente botaba al unisono mientras se insultaba al alcalde o cuando comprendí que si gritaba mi famoso UUUU. EsssssE, AAAAAA, nadie iba a compartir mi alegría. La gente, incluso leyendo manifiestos de una bondad incondicional se manifiesta en pos de una violencia absoluta.... Vamos que prefiero que me roben los banqueros o que cuatro diputados se lo lleven calentito antes que unirme otra vez más al mogollón ese de ladrones (politicuchos -1-) en potencia y corsarios (usureros -2-) frustrados con ganas de gresca.







1. Notese: "Politicuchos" NO políticos.



2. Aqui quería poner banqueros pero la gente (mucha) cree que los banqueros son todos los que trabajan en un banco y a uno se le hinchan las pelotas ya con estos asuntos.

5 may 2011

Haciamos flash y luego pumba pumba; eramos minotauros en un laberinto maravilloso haciendo ruidos y onomatopeyas que nada tenian que ver con el mundo exterior.
El mundo exterior era enorme. No nos preocupaba en absoluto.
Un día, un día festivo por ejemplo, en el que no haciamos nuingún ruido, nos acercamos a la salida del laberinto con un bol de palomitas para ver si alli afuera la gente vivia tambien haciendo ruidos y comiendo palomitas sin aspiracion.
Descubrimos a otra gente silenciosa que descansaba y nos pareció maravilloso. Quisimos saber más.
Hoy no se si realmente fue conveniente sentarse a mirar. Sí, son como nosotros solo que no saben nada de nuestro laberinto