16 dic 2008

uhhhhh

Completamente sordo, embaucado: la mirada se clava en un punto imaginado y siniestro. Suena la corneta, llaman a filas.
Se acerca el numero con hambre voraz. palmadita en la espalda y hasta mañana temprano. ¡explotad ese grano!, acojonante en directo, ridículo a dos meses de distancia. Las palabras palabras; matan las intenciones. El domingo verdaderamente sagrado,se respira paz. Pronto saltarán las alarmas, todos a sus puestos; galardonado por tocateja, adormecido con cafeína , risueño, sindical, caprichoso por derecho, moni moni, moni. Vuelta a la accion, chorro de agua fria... mas fria, desprendimiento de retina, piloto automatico, un par de kilos menos, el seguro de muerte a riñon, claviculas encalladas, vuelta al infierno, sonrie al pajarito, tic tac, ahora volveras al vientre materno ¡despierta cabron!, yo te enseñare a nacer, permiso para, el semaforo se ha estropeado: vuelva mas tarde, especial de navidad, moni, moni, descuentos especiales, es una oportunidad cojonuda, si no quieres no tienes derecho, y, ... a dormir. MEJOR EN TONOS PASTEL, HASTA ARRIBA, SI , EXACTO...

3 dic 2008

Vida

la terrible nausea , los miedos, todo el odio y tambien
la resurreccion,
todas las cosas que conozco en esta tierra, se tambalean
y tiemblan,
al ritmo con el que cruzas mi horizonte
moviendo tus caderas.

20 ago 2008

Únete al club de los olvidados,
disfruta de esta magnifica repulsión,
juega en el tablero de la muerte
y destierra para siempre el orgullo,
el querer.
La luna te está esperando,
vamos chico:
únete al club de los olvidados..

Verano del 64

Era seguro que ya me había sentado en aquel columpio, me di cuenta enseguida; aquello había sucedido en el verano del sesenta y cuatro, mucho antes de nacer. Aquellas nubes estaban usadas, eran viejas, y el viento de la tarde parecía cansado. La levedad del día no correspondía con esta época. Definitivamente el día pertenecía a un verano pasado, un verano muerto cuarenta y cuatro años atrás. No se si seria por el reencuentro de miradas entre pasado y presente, entre vida y muerte o si el monótono balanceo del columpio actuó como mantra para despejar mi mente, lo cierto es que algo a través de mi piel empezó a expandirse y una libertad enorme, casi felicidad, me invadió de arriba a abajo y mi entendimiento confirmó lo que en otro tiempo -ante aquel mismo cielo, sentado en aquel columpio pero a millones de años luz de allí- solo había sido una sospecha. “Todo es un fluir intergeneracional de ideas que flotando en el aire van a converger en un mismo punto. El punto lo es todo, principio y fin, el camino es circular, casi recto. El infinito a de ser amor.” Y entonces comencé a reír y no paré de hacerlo durante el resto del día.

El disparo.

Anoche salí a la calle armado con mi nuevo rifle, te andaba buscando. Quería meterte un tiro entre ceja y ceja y acabar de una vez por todas con esta farsa humanista y desalentadora a la que llamáis libertad. No te pude encontrar. No pude hacer que reventase tu cráneo y tus sesos mancharan el muro tras el que te escondes agazapado. Pero te encontraré, esta noche quizás, y entonces mi imagen saldrá en todos los programas de televisión del mundo. ¡mi imagen! será una imagen fría, directa, silenciosa. Brillante. Esa sola imagen será mi yo y después podré mirarme al espejo para saber donde coño esta la verdadera libertad.

La montaña

…y más allá la montaña, el estrépito inconsciente del trueno y la venganza. Aquí, ríos de sangre, ocultos bajo el asfalto, ahogan la melódica serenata del tedio, el miedo y los imperios. Un silencio inhóspito disfraza la tristeza de los días. Más allá la montaña, cáliz donde han de beber los hijos de los hombres curados ya de su locura

Resignación

Desapareció en un momento de alegría, se dejó llevar por el sentimentalismo y perdió la cabeza en un suspiro. Dejó que las copas lo mecieran hasta que ya no hubo donde agarrarse, entonces decidió retirarse del juego. Al día siguiente, con la cabeza coronada en sol, sintió que algo desagradable y viscoso se le había acoplado a las entrañas y recordó el momento de debilidad de la víspera. Sintió miedo, después intentó explicarse su propio error y vio que no tenia por donde cogerlo, se entristeció al comprobar el tamaño de su fracaso y se dijo que nunca más se dejaría guiar a oscuras. Ahora después de un par de días recluido sabe que la vida es una sucesión de traspiés y que solo el olvido logrará poner las cosas en orden. No se puede luchar contra el destino

LA CARNALIDAD INFECTA

Recordó la primera vez que soñó con aquello y eso desentumeció sus músculos, se sintió ligero, parecía flotar. Ella hablaba y hablaba. Se fijó en sus cejas, aquella zorra estaba segura de tener razón y eso, sabía ella, lo sacaba de quicio, pero pronto comprendería… Se echó hacia atrás rascándose la cabeza y notó que tenia una leve erección. Una mano aferrada a su brazo y una voz vagamente familiar gritando: “lárgate cabrón” lo sacaron de aquel estado de trance, supo entonces que había llegado el momento. De pronto el mundo desapareció, tan solo había ya una especie de vacío eléctrico y después silencio, un silencio místico, una especie de Verdad. Ahora no sabría explicar cuando volvieron a aparecer las formas y los colores pero después de aquel paréntesis en lo conocido la vio más hermosa que nunca y sintió que toda la tierra
había muerto con ella; por fin deseó no haber nacido.

LAS YEMAS DE DIOS

Y Dios, cansado de tanta maldad en su amada tierra, se echó a dormir pidiendo al cielo una solución a tanta locura , estuvo durmiendo más de un siglo y se despertó con hambre, pero en la tierra habían pasado de moda los sacrificios y tuvo que conformarse con unas yemas de santa, le gustaron tanto que nunca se volvió a acordar de los hombres y sus deliciosas vírgenes hasta que un día comprendió que aquella había sido la respuesta esperada y contactó con una pastorcilla muy tonta pero muy buena llamada Teresa para darle la receta de aquel sublime manjar. Esperó desde su trono la reacción de los hombres y al comprobar que estos después de comer sus yemas no tenían ganas de tangana dio las gracias al aire y reconfortado fue a echarse otro sueñecito. Nunca se ha vuelto a despertar.

Filibusteros.

¿Quieres bailar con esos?, ¿esos de las gafas de sol y el pantalón de pijama? Déjame que te explique algo acerca de esos:
Esos son los que dicen que agarran la poesía por los huevos para después irse de fiesta. Cleptómanos que huyen sin nada entre las manos. Nos han contado que ellos viajan al pasado cada vez que se ponen delante de un espejo, mentirosos. Maricones que integran farlopa en la fibra de vidrio. Hablan y se elevan dejando abajo al resto de los mortales (la masa insípida de donde ellos maman, pues son mamones) para, una vez encima de todas esas cabezas, orinar con una sonrisa en la geta.
¿Dices que tu también quieres mear desde las alturas?, pues déjate llevar por el deseo, triunfarás, un guiño templado te confirmará que tu también formas parte del sueño y ellos alzarán su copa para que brindes por tus alegrías. Será un juego, una farsa elitista y medieval que te hará sentir joven y despreciar todo cuanto eres para transformarte en el muñeco con que los verdaderos magnates entretienen a los hijos del pueblo, y, sí, te dejarán participar en la función , ya lo veras. Serás imprescindible, un tiempo al menos, pero, ellos saben podar los jardines. Cuando no sirva tu mentira te olvidarán y caerás al suelo con tal fuerza que no recordaras ni cómo te llamas, andarás dando tumbos toda una eternidad, pensarás que cualquier imbecil merece más la vida que tu y querrás desaparecer, te habrán robado el alma. Ahorra tiempo y energía: no dejes que nadie, ni siquiera el ego, te eleve por encima de tu propio concepto, pues la inocencia es el bien con que ellos sueñan, es lo que anhela el terrible hombre del saco.

Bajo el sol

Bajo el espeso sol imagino mañanas llenos de luces y caminos, y sonidos en la noche de un mes falso en un territorio falso. Me cabrea que todavía vea flores en un jardín imaginario -que un día de primavera regase para olvidar el resto de ecosistemas adecuados a la supervivencia- mientras, este sol impertinente y grotesco, me abrasa la sesera.

-No hay puertas en el paraíso- me digo- el camino esta exento de paisajes o árboles con sombra- metáforas que he de repetirme para no perderme en el jardín.
Tan solo puedo imaginar que los cortes en mis pies son los años que, gritando en sangre, me van recordando lo efímero de mi viaje.
El hombre se pasa la vida entera intentando expresar su primavera haciendo garabatos en el aire, garabatos que por otro lado han de proporcionarle alguna alegría pero que en realidad son tan pobres como su triste condición mortal.

La primavera fue una imagen. Ahora camino a ciegas.

T.V.

Veo, sentado en el sofá de mi casa, un montón de lugares extraños en países remotos llenos de colores exóticos y cielos inmensos bajo los que uno podría desear morir. Lo hago cada tarde después de comer gracias al milagro del televisor… La fe mueve montañas.

PURA NADA

Pura nada, comprimida, estimulada por la fricción del desencanto, atenuada por la triste realidad lluviosa, pura nada en segundos implacables, dormidos, destinados a morir en formación. Inalterables.
Trabajo canjeable por nada, una nada aumentada cada lunes, una nada rancia y sindical, estúpida dejadez del pensamiento. Nada recalcitrante y anormal que viste las calles de tu linfática ciudad, circuito cerrado. O esa nada de un domingo en el parque con comepipas en torno a un desecho de vida y celulitis mal llevada. Ese tipo de estructura de repetición que es la nada de los tambores, el mantra monótono que adormila a los chiquillos revoltosos después de las diez.
Nada en cada uno de tus cuadros, hace ya tiempo que no pintas nada.
En los capiteles de la catedral se aburren las avutardas cada mañana de nueve a doce y abajo, la plaza llena, proyecciones con música (como en el colegio, las diapositivas del profesor chiflado), en fin, pan y circo como siempre. Pues nada.

15 jul 2008

deseo

Dejas que pase la tormenta en relativa paz,
me has querido como yo te quise a ti.
ahora estaras en otros cuerpos que no sabran temerte
y dejaran que te abandones, pero
no sera amor, sera pereza.
te dejas ver de vez en cuando y haces como si no me conocieras
-eso te lo enseñé yo-. coqueteas conmigo,
me exprimes hasta que, con un par de copas, me acerco y sumerjo mi mano en tu cuerpo bailamos. despues
el amanecer con su terrible violencia
nos devuelve a nuestras vidas y yo
dejo que el olvido diluya tu imagen en mi cartera,
hasta la próxima.

Hoy, igual que ayer pero nunca igual.

Tantos libros hemos dejado de leer que no quedan cosas en que pensar, tantos líderes nos han fallado que no nos queda ya nadie en quién confiar, tantos juguetes se han olvidado que nada nos entretiene, el universo de internet como una jaula donde fracasar cada día, los juicios que nos incapacitan para escandalizar en los muros, policías ocultos en los callejones dispuestos a reventar nuestras cabezas, hippys en pie de guerra, la burocrática red de miedos asesinando sueños, los portales imposibilitando visitas alegres, carreteras para llegar a cualquier lugar inventando excusas para no ir, drogas en los colegios fabricando pesadillas, abortos haciendo niños por doquier, brujas confeccionando conjuros que llenen nuestra sobremesa, espadas en la sopa, musculitos cobardes, tanto sabiondo sin brújula, cambio climático con sombrilla, políticos adictos a la imagen, blasfemos diseñando portadas en poemarios de poetas de ocho a tres, tertulianos cansados de las palabras, el amor en agendas, blogeros inútiles que salpican la información con metáforas de parbulario, vírgenes tristes, putas orgullosas, curas pedofilos, pedofilos santurrones, presos libres y libertarios encadenados a un histórico reparto, científicos sin imaginación, universidades levantadas sobre tumbas, creacionismo frente a evolución, ¿evolución ?, princesas ingratas, supermercados atiborrados de gente aburrida, sanidad con miedo a la vida - con miedo a la muerte - y un silencio sepulcral cuando nos enfrentamos al enorme desengaño de nuestros atardeceres.

4 jul 2008

el trecho

"El horizonte es un asco, no es más que algo lejano - nada me estremece cuando hablamos de proyecciones en el océano. Estoy cansado de pensar, cansado de comprender, cansado de estar mirando tu jeta simplemente por no ofender, extenuado de sonreír y de decir estupideces para seguir vivo (anoche comprendí que nada es una fiesta, que no hay habitaciones tristes con las puertas abiertas, que el viento sopla fuerte y que los niños no son más que niños, que no hay educación suficiente que nos haga mirar a través del papel, que el silencio puede ser tan caótico como el ruido del televisor, que no podemos hacernos los listos y que hacerse el tonto es un fracaso, que no todos los curas fueron monaguillos, que nadie es tan fuerte ni tan alto como para ser un gigante y que los lagartos se corren con los rayos del sol) - pero seguiré el camino, diciendo sí a tus memeces y sonriendote mientras me acuerdo de tu puta madre, hasta que reviente por algún lado y cuando el horizonte desaparezca veremos si es tan maravilloso como pretendes explicarme esta tarde o por el contrario no es más que una habitación cerrada donde los lagartos se arrancan las colas intentando abrir persianas oníricas."

19 may 2008

Eterno retorno.

Ella había decidido volver, él necesitaba encontrar un libro, no la escucho. Las cosas no suelen funcionar. Se separaron de nuevo, el otoño los volvió a unir , él había encontrado aquel libro, aquel libro que había separado su alma del suelo y que había creado en su interior la necesidad de escribir, se dió cuenta de que necesitaba una musa y supo que sólo podía ser ella. La buscó sin importarle el tiempo, sin escatimar esfuerzos, la encontró, pero ella no tenia nada que contar, ahora era una madre ejemplar con lavavajillas y secadora.

La tierra lanzó un grito , quizás los dioses se habían equivocado.

Pasaron los años y al fin el escritor publicó, una novela existencialista y apagada sin ningún éxito comercial, esto quemó sus alas, ante tamaño fracaso y con la ayuda de la cocaina y el alcohol el literato decidió no seguir adelante con su miserable existencia, no había conseguido nada en la vida y se cortó las venas ; ella se enteró por los periódicos del suicidio de aquel viejo amigo, su gran amor, su primer fracaso y se interesó por Las lágrimas del bandido (que así se titulaba el citado libro). Buscó el libro, tardo mucho tiempo en encontrarlo pero al fin lo tuvo entre sus manos, como un secreto, lo leyó y aquel secreto se convirtió en tesoro, comprendió que aquel hombre la había amado como nadie lo había hecho jamas y quiso morir por su cobardía y su negación, pero por suerte o por desgracia su hija Victoria impidió que cometiese tal acción y nunca dio el paso final y su vida se convirtió en una eterna búsqueda, en un eterno lamento. Las cosas no suelen funcionar o quizás los dioses también se equivocan.

15 may 2008

Yo aqui.

En la explanada, entre fonambulistas y falsificadores, donde los especuladores del tedio hacen su agosto, aquí me encuentro yo, en pleno centro, único centro, aquí donde se creo todo, aquí donde la nada empezó a ser. Ahora veo las formas y distingo los colores, ahora que he dejado de imaginar caminos y el desencanto me ha graduado la vista; paso entre vosotros sin prisas haciéndome pasar por vida los lunes y dejándome apagar gradualmente a lo largo de la semana para morir el sábado por la noche. Los domingos no estoy. Vestido de fracaso ante los chicos con birrete y descodificando mi reino ante aquellos que me vienen soportando. Persiguiendo caderas, creando historias entre, de y para borrachos, fumando como pose ante lo bello y juntando palabras para soportar el calor que produce el no dejarse adormilar por las sombras. Soy , como veis, un adicto al descanso; renegado con los que "tienen" razón, anonadado por las versiones oficiales, desamparado ante mi egoísmo. Entre el cielo y la tierra, entre el silencio divino y el ruido mortal, buscando el equilibrio.

24 abr 2008

MÁS DIEZ.

Diez minutos me quedan,
casi me debo despedir,
debería haber dicho algo más
pero no puedo.
Ahora el tiempo apremia y
me queda algo en las entrañas,
creo que podría recordarlo si...
tal vez otro día
de momento un beso,
ya nos veremos.
sí, este beso tiene forma,
no es un moco pecaminoso, no
ya lo se ¿porqué sonrío?
pues sera por el beso que te he dado,
no se, tenía forma ¿verdad?,
sí,
forma de beso.

Seis puntos

Me atravesé el alma
de lado a lado
pero ya no era un niño y
todo se arregla
con suficiente reposo.

Ojala que no llueva

Vienen a decirme que no debería haberlo hecho;
eso ya lo se.

Me he dejado la piel en intentar no alarmar
pero tu indagabas
y ahora me tienes cogido por los huevos
y yo no puedo hacer nada
por que
todo pasa y todo queda
y la lucha es imposible.
Nada, miraré por la ventana y esperaré
que el tiempo escoja el olvido
desde las soleadas playas de la poesía y
beberé como entonces
para demostrarte que todavía te quiero
y que aquí no hay nada de lo que estar seguro.

Olvido para todos, ya lloré al destino
que toda causa conlleva y
el tiempo me explico que todo era posible
al pasar las hojas del calendario.
Volverán las oscuras golondrinas cuando
hallamos volado lo suficiente y
el azar designe una catástrofe con que
estropear nuestros sueños.
No pasa nada, olvidaremos
haber estado de bajón y
volveremos a llorar como ayer. Sin embargo
las horas en silencio, remendando calcetines
con tíos y sobrinos haciendo ruidos de pura vida
nos colocaran de nuevo al principio,
reiremos y luego,
otra vez
hablaremos de buenos doctores
para pobres
en la planta de psiquatría de la seguridad social.
El ciclo.

Fe esperanza y caridad.
Sobre todo caridad por el amor de Dios.

Por si las moscas.

dE TODO AQUEL SUFRIMIENTO, DE TUS MENTIRAS DE MIS DEVANEOS, MIS PELEAS, LOS DESENCUENTROS, LOS VIAJES DE HUIDA, LOS LLANTOS, MIS ENCIERROS, LAS BORRACHERAS EN TOTAL SOLEDAD, LOS REZOS, LAS MUESTRAS DEBILES DEL ALMA Y TODO LO DEMAS ME QUEDAN TAN SOLO UN PAR DE CANAS. nADA MAS. y ESTO LO DIGO CON LA BOCA GRANDE, ELEVANDO LA VOZ COMO NO LO HE HECHO DURANTE MESES.

PARA LOS NIÑOS

Como habia vendido mi libertad a algo que se suponia me debia gustar me engañe diciendote chorradas que desde luego movian todo mi ser, no he mentido ni he querido ser tan tonto. Solo lo voy a decir una vez mas, lo siento. Me queda el consuelo de ser un hombre y como tal estoy en mi derecho de equivocarme.Por lo demas nada, que me quiera quien quiera y el resto pueden comerme el rabo. PUNTO FINAL.

Desde el después

Vuelvo de cortar manzanas en los límites de la tristeza, no había odio, tan solo desencanto. Tu risa era el veneno que me hizo sobrevolarte y mirar de frente nuestro fracaso, nunca debí hacerlo, ahora veo que solo se puede arremeter desde abajo.
Pasaban los segundos y sentía que no ocurriría nunca, no de aquella manera, nos sobraba la ropa y tú estabas tan asustada. Las palabras se volvieron huecas y preferí decirte sin ambages que estaba cansado de tirar de ti que no pretendía otra cosa más que follarte y que si aquello no te suponía una molestia me gustaría acabar cuanto antes pero tu querías una vida a contrarreloj y yo no soporto las farsas así que me equivoqué. Volvió el cansancio a los hombros en una realidad sosa y aguafiestas y te me secaste, había llegado el fin.
Ahora, a tan solo un momento de toda la obscenidad de la tierra, tu estarás encogida en un sofá de arrabal imaginando como podría ser la vida si fuésemos -¿pero que tendríamos que ser amor?, – más… y engañándote en un suspiro de “qué le vamos a hacer..” cuando ya todo está más que vendido. El momento pasó y tú y yo ya no sabemos nuestros nombres.

Robot onírico

Dexter sueña con un robot
que nace y muere,
no sufre, no llora, no ama ni crece,
tiene cables y tuercas,
lucecitas de color y
acumula en sus archivos
mogollón de información.

Estupidez

No se debe a nada más que a la tremenda estupidez reinante,
no te confundas.
Estupidez, nada más que estupidez,
sinónimo de mentira.
¿Locura?, ¿la única verdad posible?,
no.
No es nada más que estupidez ¡copón!,
no es locura.

Mala ostia

Tengo seco el cerebro de hacerme pajas mentales.
Se me escurrió el cariño que sentí aquella noche por ti y
ahora solo tengo mala ostia.
Hoy te quiero de enemiga, mirarte detrás de cada gesto,
mas allá,
donde uno pierde las cosquillas y el dibujo mata al dibujante.

Gato

Gato sarnoso, roñoso, vil y despreciable animal,
dueño de de tantas pestes como siglos hay en el cosmos,
te quieren jipis y brujas;
Desagradable animal, ¡Felino!,
rondador de contenedores, tejados y tapias tristes,
sucio cuadrúpedo: no me engañan tus lametadas,
no son más que gestos aprendidos que esconden
tu insana verdad, trucos de patio.
De Norte a Norte y desde hace siglos,
usurpas el lugar del noble perro,
apagando - con tu sola presencia- toda la bondad de la tierra.

20 abr 2008

El fugitivo

Como Vicente no encontraba su lugar en el mundo se puso a dar vueltas sin parar y resultó que al final ya no sabia que era lo que había impulsado sus viajes ¿un nombre?, ¿un sueño?,¿libertad?; cada ciudad se había convertido en un recuerdo sin imágenes, así que allá donde iba tenia que hacer un rastreo incisivo de portales y números de teléfonos en busca de una plaza para sus personalísimas peculiaridades, pero casi nadie recordaba a Vicente, había pasado mucho tiempo desde la ultima borrachera y no tenían ya nada que celebrar en estos reencuentros de café a media tarde, Después de tantas vueltas, el mundo había olvidado cual era el sitio de Vicente y señores, eso no resulto ser la libertad, Vicente se había convertido en un esbirro de sus inciertos sueños. Ya no se llama Vicente.

Micolor

He abandonado cautelosamente el color verde y he intentado llenarme de amarillo, la epoca del año deberia haberme facilitado mis propositos, en vez de esto, todas las mañanas, me sorprende un gris muy espeso que implora al verde de mis dichas más desdichadas una resurreccion avasallante, no me dejo llevar: absorbo mis miedos y levanto la cabeza escrutando cada pulgada de aire hasta dar con un puntito de calor que no me haga caer en morados siniestros. A base de negar mis instintivos suicidios reina en mi un azul que me hace pensar en guerra fria. No me importa, la desintegracion esta en proceso.

Nirvana apagado

Ladra mi perro a media tarde desde su silla de jardín esmeralda:
Alguien pasa, como un día que se termina,
sin nada en las manos.
El timbre anuncia una llegada, otra vida
insípida, sin memoria, y
cada frase se convierte en una estupidez rancia
que disfraza la mediocridad de nuestros pasos,
recorremos la espiral juntos, tu y yo,
atrapados en medio de la nada, vacíos:
la cárcel entre colinas y viejos, y
el ritmo pachanguero de la ciudad tan lejano…

¡Cuerpo a tierra!

Después de abandonar mi búsqueda por las estrellas he venido ha caer de bruces sobre el gris asfalto, una enorme extensión de suelo donde reina la mas sutil de las locuras, haciendo imposible todo contacto humano, (y)
este desierto silencioso mide el rastro de mis fracasos con decimales, por eso puedo ver en mis defectos un montón de virtudes,
ahora disfruto mucho jugando al monopoli. con los trozos de carne que me voy encontrando por el suelo.

Caladas en los tuetanos

Enciendo mi quinto cigarro en lo que va de tarde,
lo fumo lentamente, dejo que toda la nicotina pase empalagosa y sensual a través de mi sistema respiratorio hasta las venas para que su sabor mortal impregne toda mi alma de veneno y podredumbre,
aspiro palabras que no se escribir mientras el mundo sueña en paraísos artificiales y alborota las calles llenas ahora de ruido,
tengo muchos cigarrillos esperándome encima de la mesa, me llaman desde su encierro de cartón implorando libertad, me exigen un pequeño esfuerzo, un minuto de vida, son mis mas fieles compañeros, no puedo verlos sufrir, con ellos, o por ellos, me iré a la tumba, es insoportable tanto lamento, son tan infelices desde su apretado cautiverio… -¡esperad amigos ya voy!,
ya voy….

No habia postre

Me aburre mucho mi apatía y me pone nervioso el juego de miradas, me da pavor hacerme el idiota y reír tus atrevimientos.
A veces olvido la tremenda estupidez de nuestros actos y otorgo intensidad a las nimiedades del ser humano, después, cuando recuerdo las mentiras que he creado, siento que no merezco respirar el aire de esta tierra, y me recluyo en mi soledad practicando el sadismo conmigo mismo durante horas. Niego el fluir de los días llenándome de una manera tonta y cobarde de cielos nublados. Me vence el saberme solo en mis convicciones y cuando esto sucede, cuando comprendo que nadie está a mi lado, me hundo por el peso de mi propia falta de imaginación; estoy perdido. Para acabar con esta situación, para encontrarme de nuevo, miro mis heridas o me aprieto el cinturón, así mi cuerpo comprende, a través de los sentidos, el grito eterno de la vida en la tierra, el gesto amargo del día a día, la bofetada en la cara del mal despertar, la simple realidad que habla en forma de sangre y lagrimas y me escojo a mi mismo, convencido ahora, como único compañero, como cómplice y autor de mis periplos y así acepto la loca sinfonía y la voz se me ahueca dándome peso de hombre. Lo mismo que un golpe en la mesa a la hora del café.

13 abr 2008

AY DE MÍ....

Entre pasos en falso y lametones con sabor a chocolate, el tiempo va oscureciendo nuestros mañanas, nadie se ha escapado de la caza de brujas. Ahora tienes la fuerza necesaria y el valor justo para llegar hasta aqui, adelantate todo lo que puedas y no permitas que nadie te haga mirar atras, aspira fuerte el aire que llena tus pulmunes, será el unico aire de la tierra, aprovecha. Las lucecitas rojas de la calle es lo que ha quedado de Aristoteles y Platón, no hay más que sueños en todos esos libros, prueba a sesgarte las yemas de los dedos con el filo de la primera página del génesis y lo escribirás con minúsculas.

Paso ligero

La silla desapareció en el momento en que pensaste en como debías sentarte en ella. Las palabras se desvanecieron al contar los fonemas que las componian y el amor no llegará hasta que no aprendas a perrear correctamente, como un autentico orangután. Plántate en el centro, marca tu espacio como un conquistador que acabase de llegar, el humanismo fue una moda, aprieta puños y dientes, la ciudad donde vives se llama Caos. Olvidaté, las manos no son del alfarero, barre tus huellas mirando al frente, grita a los oídos de toda esa gente que tu también tienes un padre, que al igual que ellos sabes a que rayos huele la mierda, muerde la manzana sin miedo y si se acaba el paraíso no te acurruques temblando, haz que el miedo sea el trampolín que te ayude a cruzar las puertas del infierno.

7 abr 2008

La gabardina

Llovía a cantaros cuando Larry salió del café, por suerte había previsto aquel inconveniente y vestía su gabardina verde, regalo de su vigésimo tercer cumpleaños. Aquella gabardina lo había salvado en días mucho peores que aquel y aunque ya estaba pasada la moda militar, aquel chambergo guerrillero estilizaba su redonda figura y le daba peso suficiente como para dibujarse potente en el cuadro urbano, le encantaba verse reflejado en los escaparates, parecía un poeta. La lluvia empapaba sus pantalones vaqueros y empezaba a notar el frío húmedo en sus piernas pero no podía pararse a esperar la salida del arcoiris pues apenas tenia tiempo para recorrer la distancia que lo separaba de su destino, los taxis exigían una suma que excedía en mucho su poder adquisitivo de ese momento y los autobuses estaban atestados de gente lo que le producía ataques de pánico, la única solución fue ponerse a correr. Corrió y corrió hasta que vencido por el cansancio se le ocurrió que tenia que dejar de fumar, había dejado de llover y se fue a meter en un portal para tomar aliento pues los bancos de la calle estaban empapados. Imposible predecir la fatalidad que acarreó su decisión:
Larry murió a las 21, 00 horas del veintitrés de junio de dosmiltres, el humo alertó a los vecinos de la calle Ansiedad numero 13, que no pudieron hacer nada por ayudar a nuestro joven amigo, pasto de las llamas. El informe forense reveló que Larry había muerto por un ataque al corazón. La humedad, la fatiga el sobrepeso y el asma no soportaron aquella ultima calada.
Al parecer Larry se había desprendido del peso de su más que mojada gabardina y en pleno ataque torácico no se preocupó mucho de apartar su cigarrillo caído en un repliegue formado en su recién comprado y seco jersey de lana. Su gabardina no desapareció, estaba junto a las llamas, olvidada en los escalones, entre la puerta y el entresuelo...

6 abr 2008

El portazo

Fue Larry, y digo bien: Larry, el que cerró la puerta y tiró todos aquellos libros a la basura, no pretendía cambiar de vida pero sí que intentaba restablecer algunos parámetros, las cosas a veces se tuercen. Muchos dijeron, años mas tarde, que había sido Emily la que lo había convencido, la que había puesto a su pareja contra la espada y la pared, pero lo cierto es que fue él y solo él el que tomó la decisión de dejar aquel mundo. No fue fácil pero facilitó bastante las cosas, después de tres meses de dura lucha las aguas volvieron a su cauce y a partir de entonces todo fue coser y cantar. Hace años que nadie lo ve por la plaza, viste un luto riguroso e increpa a los jóvenes que escupen por las calles o blasfeman en su suerte, verdaderamente no parece la misma persona; lo que quizás pase desapercibido es que antes de comprar todos esos libros, antes incluso de aprender a leer correctamente, mucho antes de aquello, cuando Emily era un sueño aun, Larry dibujaba cuervos encima de los álamos que adornaban su terraza, antes ya había sido un firme defensor de la teoría del caos, había amado muchas otras vidas, había aprendido las posibilidades del color y había olvidado, ya muchas veces, como se abrían las puertas, y desde luego, por aquel entonces ya odiaba la altanería de los jóvenes. Fue mucho más tarde cuando se le ocurrió dejar de ser Larry, había llovido hasta la saciedad y los pactos ya se habían pactado y entonces todos pensaron que Larry era un montón de cosas, cosas en onda, fueron otros los que no supieron ver que aquello que proporcionaba sueños en espacio- tiempo no podía llamarse Larry, pero nadie quiso pensar en el polvo, en la materia y se encariñaron con las palabras y el terrible muestrario de dientes. Fue Larry el que cerro la puerta.

3 mar 2008

La vida es una frase.

El sujeto en realidad siempre es el mismo con distintos nombres, el verbo esta en cada avenida, detrás de los arboles de la orilla del río, allí donde se recoje la correspondencia o en el botón de alarma de cada ascensor, podemos rellenar la frase con objetos y complementos que enriquezcan nuestros días o simplemente dejar que el vacío fluya por cada rincón de la zona de acción del predicado para así convertir la frase en un capricho de la imaginación (recomendable no perderse imaginando). Podemos jugar como queramos con la frase leerla en cualquier dirección o elegir palabras al azar pero la frase siempre será la misma, igual en todas las épocas y distinta en cada lector, la frase es tridimensional y hasta tetradimensional, un sabio dijo una vez que la frase tenia tantas dimensiones que podríamos afirmar que la frase no existía. La frase nunca ha sido escrita pero su autor nos da ciertas pistas para mayor comprensión de su lectura . Defensores de la pasiva asesinaron a los hijos de los defensores de la activa y viceversa. Oriente busca el verbo y occidente encuentra objetos. Faraones, dictadores y políticos de todas las épocas han leído la frase a su antojo, eliminando circunstanciales o poniéndolos donde no los había para llevar a cabo sus propósitos sin ningún pudor con la fuerza de saberse custodios de la gran frase, tal es su poder.
La frase se escribe todos los días y se borra cada noche, la frase se alimenta de nosotros, nos devora, nosotros somos la frase.

28 feb 2008

Nueveytreintaeme

Son las nueve y media, sujeto entre mis labios un cigarrillo que apunta al aparcamiento vacío, suena, barriendo el liso gris del aire, una vieja canción que no logro reconocer; el dia se escapa melódicamente entre trompetas y trinos, a lo lejos mis oídos configuran una autopista: camineros en autoservicios olvidados que giran las cabezas persiguiendo con la mirada el terrible bamboleo de las nalgas de una bakaluti que con un poco de prisa y mucha sensualidad paga una botella de font vella en la zona de cajas, como esta la juventud... las cucharillas redoblan entre ventanales y franceses de excursión. A lo lejos, de nuevo en el parking, aparece la figura difuminada de una modelo frustrada que, apenas ha abierto los ojos, tiene que empezar a dar los buenos días a las criaturitas con quien pierde sus días y el reloj se me para cuando enciendo mi segundo pitillo. Reconozco cierta belleza en la escena y mientras el instinto me señala a Dios, la razón me explica que el cambio climático ha desmejorado el invierno (orgullo de esta triste ciudad), hago caso a mi instinto e inspiro con fuerza el aire para llenarme de aquella paz tan extraña que aparece tan solo en los años bisiestos, de pronto caigo en la triste verdad de los días y el reloj empieza a marcar de nuevo los segundos pero ahora de manera frenética y amenazante, apuro mi descanso con tres fuertes caladas que me asientan firmemente en el asfalto, la canción a terminado, en seguida me pondré el mandil y el gorrito de payaso, hoy cambian las ofertas y las pisadas atenúan la adebacle.

15 feb 2008

A modo de saludo:

Yo, terrible soñador despierto,
analista en las madrugadas,
señor y amo de tormentos,
desertor en las embajadas.
Yo, roto como estoy, mermado,
cargo mi pesada cruz en la confianza.
Yo, experto viajero en despedidas,
ni pobre ni rico, señorito en el hogar y,
pordiosero en mis destierros; yo,
gitano en la encrucijada.
Y por no ser yo, no debo ser ni eso que
dicen debiera , ¿un hombre?
Lamentable no poder creerlo.
Tantas cosas fueron sin ser jamás que,
al final, de tener que ser algo, me aferro
al sabor muerto de un verso.

INSTINTO ANIMAL

Hay días enteros en los que mi cuerpo se mueve como mecido por el viento o las ondas que cuentan que pululan o yo no se qué, y resulta que todo se amaina, el cielo arriba y yo, con los pies dentro de las zapatillas, abajo, enraizado a un mundo que ese día entero no va bien ni mal, la cosa fluye.
Pongo a mover mis dedos sobre el teclado y ellos solos buscan el punto exacto de contacto y apenas existe presión, simplemente acaricio cada letra y el texto acariciado aparece, cómo sin cables, en la pantalla. Salgo a la calle y el ritmo de los acontecimientos es tan tenue que mi cabeza no mide distancias ni esfuerzos, tan solo piensa el viento, la sensación que transporto al roce de mis suelas con la arena y el asfalto, el silencio de niñez, el humo que sale de aquella chimenea y el aire sopla y yo, que no soy tanto, recibo su abrazo y opinan mis huesos que mi cabeza va bastante bien, vaivén de los dioses. Más tarde, quizás, habrá conversaciones a las que mis oídos responderán -si tengo suerte y de verdad esta aproximación al instinto dura todo el día - lo que no conceden nunca mis palabras.
La posesión de un animal llamado yo, el cambio hacia las hojas del noviembre caído en tierra, envuelto en piel, puro hoy con tintes de olvido de ayer. Comunión del padre y el hijo para halago de un espíritu un poco más santo.

Derecho de alquimia

Voy a dejar de poseer cuerpos
para tirárselos a la cara
a todos los que un día miraron de espaldas a mis ojos
para adivinarme el futuro.
Voy a desposeerte por que así me echaras
de menos.
Voy a desposeer todo lo que guardaron
mis manos
y saldré corriendo hacia el lugar donde
se juntan los extremos,
y después de haberlo dejado todo
miraré en mis bolsillos holgados de nada y encontraré, en la posición,
la postura del hombre libre, el loto azul del buda amarillo,
la inyección de los despojos,
la nada tomando formas.

VOLVER

He vuelto a las andadas…. ¡Ya era hora!

Los días se van desmoronando poco a poco y así también los años, de pronto un pensamiento resume todo tu ser a dos palabras: “eres viejo” y el mundo pierde cierto sentido, y de alguna manera te vence y le otorgas dosis diminutas, pero que van minando, de eso que consideras lo peor de ti, con lo que al final sientes que estas atrapado en un mundo que aunque tu mismo has creado, no te gusta en absoluto, que te has despegado de lo que antaño te pertenecía o de lo que creíste ser – en cierto modo tan solo se trataba de una trampa psíquica- y te postras de rodillas pidiendo al aire que halla algo allí arriba que cuide de los que estamos aquí abajo, y eso, cuando la vida esta en pleno frenesí, es muy duro; pero allí arriba nunca parece haber nadie y tu sigues perdido aquí abajo, lo que puede hacer que cometas toda la gama de pecados que toda persona lleva escondida -aptitudes reprimidas que tu, posiblemente, ni siquiera conocías-, esto puede crearte un gran sentimiento de culpa con lo que, seguramente, andarás dando tumbos de una forma lastimera y un tanto patética hasta que tomes posesión de tu realidad y aceptes que eso a lo que llamas pecados no son mas que derechos de los que nunca antes habías hecho uso; ese día creces y dejas de ser un “viejo” para convertirte de nuevo en un hombre, con lo que la libertad puede llegarse a vislumbrar al final de un camino hoy menos tortuoso.

TAN SOLO UN PASO

I
El tiempo no se desintegrará hasta que afilemos tanto la espada que la hoja de la misma pueda sesgar la sabana donde se proyecta esta realidad tan geométrica. Y…
¿Para qué desintegrar el tiempo?,: sin tiempo todo presente, el gran secreto, la fuente de la eterna juventud (entendiendo la eternidad como un suspiro, entendiendo juventud cómo inocencia, escucha) Todo el paraíso esta en un mismo meridiano, muerto el meridiano podremos hablar sobre latitudes.
La brújula es un invento inútil, siempre apunta hacia el norte.

II
El verdadero problema esta en el planteamiento, los científicos han heredado teorías basadas en rectas, así no hay manera de establecer parámetros serios, que los científicos se corten la mano con el espino, verán que aquí no hay leyes, por lo tanto nunca será justo el resultado. Mal resultado es decir locura.

III
Si al intentar comunicarnos utilizamos el lenguaje, base del pensamiento, siguiendo las normas establecidas por los antiguos promotores de ideas, entramos en una espiral de sin sentidos (por redundancia, que no por creer insensatas o malas las ideas ya escritas), pues, al final se choca uno con el otro lado y se abre la crisma. Dejemos libre la voz, utilicemos el lenguaje en un nivel mas propio al siglo en que vivimos, con un montón de información a la espalda, así y solo así podremos caer en errores nuevos. Nuevos.




- A ver niño, ahora el otro pie, adelante.-

pUnTo De ViStA iNvErSo




La razón es la locura del más fuerte.
La razón del menos fuerte es locura.

Eugène Ionesco.




A uno le gustaría sentirse bien dentro del orden establecido pero hay demasiadas normas, demasiados síntomas de locura y eso nos hace quedarnos inmóviles, la impotencia se adueña de nosotros y nos convertimos en peleles siguiendo un guión que a nadie gusta, o convence. Un viejo no es más que alguien a quién el tiempo ha enseñado ha sobrellevar este demonio que nos posee.
Es hora de soltarnos, de perdonarnos y dejar florecer en la tierra, en los hombres, al fin y al cabo, el pensamiento absurdo, que no es más que lo familiar, lo interior lo que callamos y dejamos de sentir cuando salimos a la calle, al lado social. Nadie en su sano juicio se deja llevar por un sistema de movimiento en desacuerdo con su yo y, a la vez, nadie en esencia es diferente al otro.

El tesoro empachado

Por una imagen diminuta,
transparente
de puro color,
todo un universo fallece
en lo más profundo de mi alma
a la espera de ser,
algún día,
un átomo de realidad.
Como resultado de todo esto
ni un poema puedo
ofreceros,
y muere el artista que
sucumbe ante
la irresoluble forma
de la nada.

Enfermedad de ajedrecista lunático:
Lo-cu-ra.

POR FAVOR

No me lo expliques mas.
¿No comprendes que mi libertad
no es un terremoto?,
¿qué no me gustan sus orgías?
¿qué soy un señor tranquilo, amante de sus
laberintos solitarios?

No me lo expliques más.
Yo sueño botellas verdes de esencias,
riño en la sobremesa y
canto cuando estoy borracho y la mirada
se me escapa.¿Comprendes?

No me lo explique más, que no hace falta;
no me gusta ese ajetreo de mármoles,
maderas y ruedas y sobretodo odio las voces
que nacen cuando los papeles televisivos
salen a la calle y llenan bocas de alquiler.
Así que si no vas a escupir o blasfemar,
no me lo vuelvas a explicar.

LEGAJOS ADOLESCENTES

Retratos en la sombra de un salón crepuscular, botellas vacías acariciando el suelo, palabras en el aire pidiendo guerra, corazones quebrados buscando un doctor, idas y venidas de cuerpos deformes por la lluvia de información que hace añorar imposibles al alma, sueños olvidados al despertar al día, saludos de adolescentes en retroceso, orgías en las cimas de la tristeza, invitados glamorosos indeseables a los ojos de los viejos, fiestas sin baile, poemas que hacen crujir la estancia, anécdotas imperecederas a la hora del café, planes sin futuro, llamadas a deshora, gritos que ríen unos y lloran los demás, espíritus olímpicos aferrados a una silla sin ruedas, filosofías sacadas de los pies de un pedestal liquido, inventos que revolucionan los conceptos de frió y calor, juegos para adultos inadaptados, películas de video, risas a espaldas del grupo, risas a la cara del grupo, trajes horteras en una caja como armario, pipas de colores para viajes multicolor, dientes sucios antes del café, subvenciones comunes para propósitos privados, todo esto mezclado con olvido y algo mas que nunca concebí, se cambia ahora por un gran puñado de puñaladas punzantes y puntualmente perfectas que practican escisiones en lo políticamente pavoroso.

iMAGEN BAJO UNA AUSTERA BOMBILLA Y DESCONCHONES

Amaneceres atormentados por culpa del vino rancio de las cantinas, sobretodo esto; al fondo una prostituta adorna una cama desecha: cuadro de sabanas y carne, pecho y pubis. Sonidos de alcoba de arrabal. Después de un revolcón y un cigarrillo absurdo con mirada enlatada y movimientos delicados llenos de muerte y residuos, después de asimilar los pecados y reconocer la carne y la sangre, uno, desecho por la certeza de ser tan solo un hombre, se sienta bajo una austera bombilla, frente a su vieja maquina de escribir, para llenar la hoja con mentiras propias de nazis de escuela creyendo que hace algo provechoso y vivo, mientras en la calle la realidad se descojona de todo su micromundo. A la realidad le sobra lo humano.

EL PÁLPITO

La autentica locura fue dejarse envolver por el mundo, convertirse a ojos de los demás en otro cordero del rebaño ; elegir dejar la lucha y pasarse al enemigo en calidad de siervo a cambio de obtener el sueldo justo para llevar una miserable existencia, convencerse a sí mismo de que la única salida a tanta tristeza era la individualidad de lo plural, el sufrir en manada, aceptar, por medio de las manos, una realidad punzante e incomoda que permitía gritar con fuerza sin ser tachado de sensiblero. Esta fue su verdad.
Ahora siente la libertad en su dolor, mucho mas honesto que todas las grandes palabras que había utilizado durante tanto tiempo como forma de mantener la mentira cotidiana, esa locura sin objeto, desgraciadamente, tan de moda hoy en nuestra sociedad de pantalla de plasma y gas natural. El dolor como salvación, el sufrimiento habitual como forma de expiar la culpa, aceptar la realidad tal y como viene con sus giros bruscos y sus golpes de azar, comprender de forma activa la miserable condición que conlleva haber nacido sin ganas de hacer trampas, ver las trampas y esquivarlas, separarse de aquellos que prefieren el pienso y el agua en la jaula y alejarse de los barrotes intentando llevar la cabeza bien alta para no perder de vista al grupo, a veces una lágrima asoma en medio de esa soledad pero la gravedad, como buena ley, no perdona y exige seguir batiendo las alas. Reconocer en esta comedia un drama, admitir que habita desde siempre en un valle de lágrimas.

EL BORRACHÍN

El tiene en su honor, perdido, varios apodos posibles,
es señor en los burdeles y benefactor en las cantinas.
Habla , maldice y habla. Y por decir no dice nada.
Sus cosas que no son suyas son de todos conocidas,
tomando vino se encuentra cuando una palabra se fía
Y en cada uno de sus tragos deja la parte encendida
que de cabeza terca tiene por no caer en filantropías.

Un sencillo señor en castilla soñando posibles en tonos
secos de ribera y frescos en rioja. Ser nada como
todo un pueblo.

EL AJETREADO SABOR DEL CAFÉ

Las mesas de la terraza debían estar colocadas a los cinco minutos de abrir la cafetería, después colocaba los periódicos de la mañana y encendía la cafetera y el lavavajillas, abría un par de cartones de leche y comprobaba las existencias de pan de molde y bollería, si no había suficientes, iba a la caja y cogía el dinero necesario para comprar algún que otro bollo en la tahona que había en la plaza situada subiendo las escaleras, tres o cuatro cruasanes y medio kilo de lacitos que se servirían incondicionalmente con cada café, a dos lacitos por barba, al llegar a la cafetería con todos los preparativos en las bolsas, subía las cortinas y daba las luces, que debían conseguir dar un ambiente moderno y acogedor al local, agarraba la escoba y barría por todos los rincones, los servicios, el almacén, la zona de las mesas y hasta detrás de la barra, después terminaba fregándolo todo, si además, resultaba ser lunes, debía ocuparme de echar agua mezclada con abundante lejía en la zona de calle próxima a la puerta de entrada al local, pues este permanecía cerrado desde el sábado por la noche hasta ese mismo dia por la mañana y por su localización,- en plena zona de marcha discotequera- poseia unas cualidades optimas para la ocultación: el sitio era cojonudo para vaciar la vejiga sin ser visto por nadie a esas horas de la madrugada, cuando mandan los instintos más primitivos. Yo echaba la mezcla en el asfalto y pasaba un cepillo con cerdas bien gordas extendiendo así el agua, la orina y la lejía con lo que la concentración de desechos se esparcía y desaparecían los olores propios que se originaban fuera del horario de trabajo. Todos los preparativos terminaban pasando la bayeta por las dos barras y colocando el gran cartel donde se informaba a los transeúntes de la oferta en desayunos. Para cuando había acabado de realizar todas estas tareas, -que me llevaban de treinta a cuarenta minutos- encendía un cigarrillo y preparaba mi primer café, entonces me daba cuenta de que no había azúcar o que el café molido era insuficiente y tenia que bajar al almacén en busca de nuevos paquetes que contenían las carencias de la caprichosa barra exigía aplacar - ella era inflexible en la resolución de sus demandas, jamás se interesaba por el estado de mi pobre cuerpo que para entonces sudaba como un cerdo-. Lo único bueno de eso era que seguro iba a perder mis kilitos, tanto trajinar...

Desayunaba y aún tenía un rato de soledad hasta que llegaban los primeros clientes, casi siempre eran los mismos: un viejo y una pareja de yupis de oficina, el viejo no merecía mi atención pero, de la pareja he de decir que, una parte de ella, sí, la parte femenina, la tía tenia buen cuerpo, quiero decir buenas curvas y se notaba que ella procuraba mantener una imagen cuidada y sexy, era guapa y lucia un pelo rubio (parecía natural), cortado de manera informal, lo que me agradaba bastante. Ella siempre llegaba antes que él, lo que daba alas a mi imaginación perturbada. Yo hacia mi trabajo sin mostrar ningún tipo de disposición a humanizar el mismo y esto parecía gustarle a la chica que si bien los primeros días parecía no interesarse por mi miserable existencia, a los pocos, se dirigía a mi con mucha diligencia y me mostraba una bonita sonrisa. Yo resolvía las situaciones que me proponía de una forma amable y dándole al asunto aires de dignidad culta. Eso estaba bien. Después, llegaba el tío y rompía el encanto de todo, él se creía mejor que yo y yo lo trataba con educación pero sin mucho respeto y ¿saben que?, ella lo notaba y no parecía importarle, al día siguiente ella se adelantaba otra vez al encuentro -cinco o diez minutos- y compartíamos los primeros minutos de la mañana fumando un cigarrillo: ella sacaba el pitillo y me pedía fuego, yo sacaba el encendedor y me colocaba en la boca otro cigarro, entonces encendía mi mechero y ponía a su merced la llama, observando lujuriosamente como se echaba hacia delante todo su carnoso cuerpo y sus labios se estiraban como esperando un beso cuando en realidad, esto, solo servia para apuntar, el final del cigarro, hacia la lumbre ofrecida y encenderlo; luego yo, hacía lo propio con mi pitillo y disimulaba, la atracción sentida, haciendo que ignoraba su sonrisa pura de mañana y sus gracias traviesas de juego prohibido, todo un gentleman. Más tarde aparecía su dueño y la magia se esfumaba como si fuese un pecado; cada cual a lo suyo.

La mañana iba pasando poco a poco y, hacia las once, todo el mundo se volvía loco y venían al local en masa, volviéndome loco a mi también, hacían sus pedidos por grupos: “dos cortados, uno con leche fría y un café con leche”, “una manzanilla con un hielo en la taza y tres con leche muy caliente”, “una Cocacola Light y un zumo de piña”-sibaritas-, “otro azucarillo, por favor”; pero lo peor eran los jóvenes enamorados, ellos, por hacer algo romántico llevaban a sus chicas a desayunar y entonces me hacían dejar la barra y bajar a la cocina y preparar tostadas y cruasanes tostados también con su plato, su tenedor y su cuchillo que luego debía lavar, y servilletas, y agacharme a por la mantequilla y buscar la mermelada, además, con la oferta del desayuno, el enamorado podía deleitar a la muchacha -dos copitas más al lavavajillas- con un zumo de naranja natural del grupo Pascual,. Un completo desayuno que conseguía enorgullecer al hombre y aburría a la chica que casi nunca terminaba su pitanza y, por supuesto, no tomaba zumos envasados, un autentico desperdicio de tiempo, energía y dinero que a mi me dejaba exhausto y me hacía forzar una sonrisa que no lograba disfrazar del todo mi ánimo en suspense. Así iban pasando los minutos, sin dejar hueco a mis suspiros. Cuando pasaba la marabunta me encontraba otra vez con una cafetería patas arriba y tenia un buen rato de frenético trabajo hasta que las cosas volvían a ponerse en su sitio lo cual me garantizaba otra buena sudada. Después me encontraba otra vez con mi mundo, que había desaparecido de mi vista esa hora y media, y me tomaba una caña o un zumo y si no había ningún cliente rezagado o alguno nuevo -que siempre los había a deshora-, salía a la terraza a fumar otro cigarrillo, en esos momentos los cigarros son una autentica bendición.
Apoyando el cuerpo cansado en el quicio de la puerta de entrada, miraba el ir y venir de oficinistas, policías, estudiantes, camiones de reparto, etc. que llenaban las calles de ruidos de centro de ciudad y pensaba en islas paradisíacas y rebeliones anarquistas que acabasen con los días de oscuridad del proletariado. Tiraba la colilla gastada y daba media vuelta preparado de nuevo para la acción, al encaminarme hacia la barra los pliegues de mi camiseta hacían ondas por la fricción del aire, verdaderamente estaba adelgazando.

Al cuplé de los infortunios

¿Donde hay un hombre?, ¿Donde un paso serio y seguro?
Me cago en toda la raza humana por no encontrar ni un amigo con quien compartir mis penas y beber hasta perder la razón entre risas o llantos espontáneos. Puta mierda, la enfermedad que yo transmito se la conoce como seriedad y lealtad al cuerpo que aguanta, que no es mas que nada confundida. Todavía tengo miedos que distorsionan mi mensaje, tengo aún tiempo hasta los treinta y tres pero ya me han preparado la cruz, por eso es ahora cuando me encomiendo a Dios, para escupir mis miedos.
Iros todos a tomar por culo vais a ver como me remiendo yo solito las heridas y después diréis: ¿no es aquel el que iba con la cabeza baja, no es ese el que callaba por no molestar ni a las moscas?

AL DIA SIGUIENTE

Darle tantas vueltas no es normal,
pisar la acera fuerte.
El miedo es un síntoma
grave
de inadaptación, sopla,
sopla.
Reír no es pecado si lo haces a deshora,
dale tiempo.
Corregir las faltas, cuestión de orden,
hablar de dioses en silencio.
Vivir sin mirarte, practico,
muy practico.
Mira a ver si cantas después, cuando
hallas perdido los papeles.

ARRINCONADOS

Jugándonos el tipo por aquellos bares,- sírvanme otra copa-, menudas hembras había allí. Tenia la certeza de no ser absolutamente nadie y aquella rubia que chupaba ese bendito chupachus me lo confirmó con una sonrisa que decía: ”vuelva a intentarlo”, y yo ahí pasmado, abrumado por mi incapacidad de conexión, -otra copa más señorita-, pero aquí, en este nuevo siglo que apenas comenzado sabe a muerte por cada rincón de calle y obra, no sirve de nada la cortesía, todo se ha convertido en una eterna muestra (sin sentido) de pelo y garras y los que habitamos en el papel y en el vino no somos más que un recordatorio de un mundo mejor, ya lejano, ya inservible; los muertos somos nosotros que, en realidad, elegimos muerte hace muchos años, cuando apenas habíamos intuido que coño era esto de vivir y aquí damos un giro que nos pone cara a cara con el alma de nuestro siglo: Muerte, elegimos muerte y nada más, sin haber, ni siquiera, comenzado a pelear: el nombre del siglo veintiuno es este -otra copa, por favor-: Desidia.

DESPRECABLES HIJOS DE EVA.

Escojamos a esos chicos
de aquella mesa,
estilistas de la nueva era ,
de risotada tonta y bocas de humo,
aspirantes a diosas y palurdos desde la hora del café.
Consumistas y presumidos
raquíticos esqueletos adictos a la pornografía
y al falso halago,
esclavos de la moda que viene a ser
su egocentrismo,
mirarlos es su acento y la pose
su artimaña;
la ecología, los dioses o los
perros, solo les sirven para echar un polvo
y lo demás son tonterías,
hablan y hablan
y no dicen nada, ninguno de ellos se ha escuchado jamás
a no ser por un negocio o un nuevo
consejo estético para volver a conseguir un
coño dispuesto a abrirse
por cuatro carantoñas
tontas pero hábiles:
Incapacitados para amar
juegan,
en un mundo imaginado,
a quererse tanto como
su mediocridad permita
y el día se exprime
hasta dejarlo sin jugo, el sueño
no sacia su cabeza
terca
de puro imaginar el truco
de mañana ;
chicos del veintiuno
chicas del callejón.
Alocados jóvenes que se agarran
temblando
a una adolescencia lejana y distorsionada
olvidando sus pasos por ocuparse
de una muerte tan sobada que
no llego a convencerlos,
-o ni tan siquiera saben de ella-
y la vida ,sin una guadaña
al final del pasadizo
se convierte en una fiesta. el pecado original.

Aqui

Aquí, donde yo vivo hablamos del tiempo, las flores, los gatos y las moscas. Cosas importantes. No sabemos de petróleo, ni de moda, ni de nada relacionado con el mundo del que ustedes vienen, lo siento. Mi casa esta cerca de los viejos y de las tradiciones - nada de convencionalismos-, muy lejos de su ir y venir de ideas novedosas y motores a reacción; no tengo ningún interés en las series de televisión o las chicas alegres de su pequeña ciudad o de lo que coño hablen en esas conversaciones insulsas con las que construyen sus realidades, me la traen fresca.
Háblenme de sus odios por que sus amores están por demostrar, ahora ya no me hago el sueco.
Este paso que doy al descubrirles mi mundo es tan solo uno mas hacia el encuentro conmigo mismo, no se preocupen, no va con ustedes. No podrían entenderme, he comprobado que eso les es tan lejano, que ni siquiera en sueños han estado tan cerca del reino donde habito.