20 ago 2008

LAS YEMAS DE DIOS

Y Dios, cansado de tanta maldad en su amada tierra, se echó a dormir pidiendo al cielo una solución a tanta locura , estuvo durmiendo más de un siglo y se despertó con hambre, pero en la tierra habían pasado de moda los sacrificios y tuvo que conformarse con unas yemas de santa, le gustaron tanto que nunca se volvió a acordar de los hombres y sus deliciosas vírgenes hasta que un día comprendió que aquella había sido la respuesta esperada y contactó con una pastorcilla muy tonta pero muy buena llamada Teresa para darle la receta de aquel sublime manjar. Esperó desde su trono la reacción de los hombres y al comprobar que estos después de comer sus yemas no tenían ganas de tangana dio las gracias al aire y reconfortado fue a echarse otro sueñecito. Nunca se ha vuelto a despertar.

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