24 jul 2007

EL LOCO APAGADO.

Abandonado al quehacer de los acontecimientos, el hombre olvidaba poco a poco su paso por el lado oscuro y la conciencia lo iba perdonando.

El resurgir se produjo en la noche de la pizza y los milagros, cuando por fin se lanzó al remolino que hacia ya bastante tiempo, el buen señor despreocupado no encontraba. Todo esto se materializaba en barras de bar con gentes que, en un absoluto y estupido baile mortal olvidaban los parámetros universales, dando sentido - débil y discutible pero sentido al fin y al cabo- a las cosas que nunca debieron ser, pero que con el paso de los siglos se habían incrustado en la memoria de los hombres y se convertían de nuevo, con renovada frescura, en lo que eran (rendidas ante tanto símbolo); haciendo del mundo un lugar mas habitable.

El nuevo hombre se revolcó en el fango y se llenó de mierda otra vez, produciéndose la paradoja, pues (esta vez no se sintió sucio sino que el disfraz de asqueroso lo implicaba en el aquí- ahora del ocioso y frío ser humano de nuestro tiempo) la mierda lo hizo brillar y vislumbró donde se encontraba su estrella.

En estas conoció a dos damas, las cuales - tras la barrera- se desenvolvían entre frascos llenos de locuras y frustraciones como aquel que no queriendo saber nada mas que latín se embelesa en su empeño y pierde las formas ante sus contemporáneos y dilata la distancia existente, siempre, entre todas las almas de la historia del universo convirtiendo lo antiguo en lengua mater. El traje de camarera era esa lengua mater del solitario erudito y la distancia se producía al hacer de este su indumentaria habitual convirtiendo su trabajo en un autentico infierno para las almas de la clientela pues, las niñitas, dejaban de lado la razón y esto hacia que a los fatigados bailarines se las antojasen antiguas compañeras de pupitre, lo cual viene en detrimento de la tranquilidad necesaria para la buena resolución de cualquier congregación humana, por lo tanto ocurrió lo que tenia que ocurrir y el miserable truhán resurgió con fuerza -dado que llevaba encerrado mucho tiempo en una capsula imposible- y reventó.

El parte del medico- forense reveló el ensañamiento producido en la lucha y dio buena cuenta de los destrozos producidos, las camareras se retiraron a mejor vida lo cual no hizo nada mas que ordenar las cosas y sirvió para colocar a dos forasteras necesitadas de dinero fácil con el que poder construir sus retorcidas metáforas de lo que viene siendo la realidad. Esto es justamente.

Moraleja: Liberar las mentes puede ser la causa de un encierro físico-judicial.

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