9 may 2007

Kung-Fú

¡Cuantas horas pensando!
Sentado, intentando comprender
ciertas cosas de un mundo escondido
bajo el asfalto.
El TODO y la NADA.
Crecí pensando que llegaría a alguna parte.
Alguien nos prometió algo mejor.
Ya no soy un niño.
Tengo una mochila llena
de recuerdos de gente olvidada
de lugares ya lejanos
y el cuerpo
repleto de cicatrices.
A cada cual lo suyo,
no tocaré nada.
El mundo es de unos pocos señores.
Diré adiós y saldré, en silencio,
para no molestar.
Nunca estaré en ningún plan de estudios.
Solo tu me echaras de menos, pero
eso no será hoy, tranquilo,
aun tengo que aprender a tocar
la flauta.

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