ARMÓNICA

-La culata suele dar muchos problemas en este modelo- dijo Cletus examinando la bomba de aire a presión. Lo decía con una media sonrisa en la cara, entre indiferente y malévola.
El estudiante sólo hacia cálculos en torno al gasto que le supondría el arreglo, el cambio de ruedas y la instalación del equipo de música; la indemnización se iba a evaporar antes de haberla recibido.
- Lo mejor será que nos lo dejes aquí un par de días.-siguio Cletus.
La reacción del estudiante fue extraña e inapropiada: - Voy a insuflarte aire por el culo hasta que reviente todo tu sistema digestivo mequetrefe- dijo con una expresión de tristeza en los ojos. Cletus cerró sus ojos y se hincó de rodillas frente al motor mientras gritaba una y otra vez; "Yo no maté a Ramón Olaizola, yo no maté a Ramón Olaizola".
El estudiante agradecido ante tanta amabilidad saco su vieja armónica, abrió el deposito de la gasolina e introdujo en él el pequeño instrumento. Terminada la operación se acerco a Cletus y después de besar sus botas sucias le increpó:- Cletus, levantate, toma entre tus manos la ingleta del número veintitres y arregla el radiador de tu hijo, cuando te pregunten di que te llamas Ramón Olaizola y que el cobro de la reparacion pasó por empapar un instrumento muy querido en petroleo, presionar al estudiante hasta hacerle perder la paciencia y pedir misericordia al asesino que acabó con la claridad de caracter de Cletus, el mecanico maloliente que un dia se hizo pasar por estudiante.