28 may 2009

Hoy me desperté con la sensación de haber acabado para siempre con las etiquetas de asesino. Hoy soy el hijo prodigo del nuevo mundo, capaz de amaros por encima de todo, caminando en la luz del buen juicio. Hoy me he despertado y me he vuelto a saludar después de tantos años, hoy me reconozco y me valoro y mis pies no van a buscar más tu misericordia. El hombre que ha despertado esta mañana alumbra mi ser como un rayo fulminante en la noche. Y ahora tan solo me debo a Dios.

No hay comentarios: