29 oct 2007

Otra vez no

Mi tristeza siempre me pilla sentado.
La televisión, el ordenador o la sobremesa, el momento triste siempre esta quieto.
Manejar esta tristeza pasa por tomar algún tipo de decisión y esto me da mucha pereza. Soy un joven muy vago, con muy pocos recursos, carne de cañón. La soledad impera halla donde me deje caer y asi no hay manera de proyectar nada al mundo.
Ni sexo, ni ambiciones, ni nada que pueda registrar como propio.
Pero para el resto debo ser algo distinto, pues siempre hay alguien que me apoya en esta mi peor postura y acrecienta mi mutismo social.
El dolor es un producto de tu amor, ¿Qué coño he hecho yo para merecer tu halago?, Déjame, no me lo merezco. Si no me muevo, si tiro todo por la borda y me das un beso, tan solo estas recompensando mi apatía por el mundo y eso es muy triste.
Mis piernas necesitan un toro detrás para que se dignen a correr, mis manos algo precioso para que mi deseo haga que se aferren al objeto, y mi mente necesita ser limpiada, desparasitada para no pensar que el toro es de juguete y lo que tengo entre las manos no es eterno, ya ves que difícil resulta mover este trozo de carne.

No hay comentarios: