La piedra que rompe la superficie fría del agua.
Un grito en medio de la noche, negra
Golpe de viento en los frágiles cristales del ventanal
o, el aislado despertar de un mal sueño.
Así, mi pobre alma harapienta, recibe, anecdóticas,
intermitentes caricias que, por escasas, desconocidas.
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1 comentario:
suerte en tu regreso.
cuando quieras, vuelves a pucela a cervecear y regalar rosas a las chicas que reparten rosas.
;-)
beso!
d.
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